ISIDRO, ROSQUILLAS Y LA TIA JAVIERA.

Ahora que han pasado todos los festejos de San Isidro menos los taurinos, relegados al disfrute de una ínfima parte de los ciudadanos de Madrid, dedicaremos un homenaje a quienes en aquellos participaron y han quedado en la memoria colectiva, aún sin saber del todo quienes eran.

La primera romería del año en Madrid siempre fue la de San Isidro, que luego derivó en verbena. 

Isidro de Merlo Quintana (1082 aprox.-1172) labrador de profesión, fue un hombre de estatura elevada, muy dado a la plegaria y al milagro. Desde el siglo XVI hay constancia de la romería a él dedicada. Su nombre dio pie a conocer como “Isidros” a aquellos viajeros del resto de España, que acudían a la capital con ocasión de su fiesta, el día 15 de mayo.


Foto: Memoriademadrid.es
Verbena en la Pradera de San Isidro (1929). Atracciones de Tíovivo, puestos de golosinas, paseantes y meriendas.

Hay constancia en la prensa del progresivo desinterés que a través de los años ha deteriorado tanto la romería como la verbera, celebradas ambas en la Pradera de San Isidro. A esto habría que añadir la merma en la extensión del lugar desde el año 1788, cuando Francisco de Goya lo pintó, debido a la proliferación de edificaciones que hoy ocupan dicho emplazamiento. En la actualidad la verbena de San Isidro parece relegada a ser el único sitio donde los políticos madrileños no dudan en mezclarse con los ciudadanos, pero con el único fin de hacerse un retrato.

Fuente: El País.
"La Pradera de San Isidro" de Francisco de Goya (1788).

Todo lo que se vendía en la Pradera de San Isidro llevaba incorporada la coletilla “del santo”; así botijos, campanillas, pitos, figuritas de barro con la cara del político más popular del momento y también las rosquillas, eran llamadas del santo para distinguir estas mercancías de las feriadas en otras verbenas.

También Madrid siempre ha acompañado todas sus fiestas con una comida especial y un dulce tradicional siendo, en esta ocasión, las rosquillas del Santo el confite más celebrado y famoso.


Foto: M.R. Giménez (2012).
Rosquillas del Santo. "Tontas", sin azúcar añadido. "Listas", hoy de variados sabores. 

Dichas rosquillas del Santo, como dejó escrito Jacinto Benavente Martínez (1866-1954), son de tres clases: “Las tontas, las de Fuenlabrada, o de yema y las de Villarejo de Salvanés, o de la tía Javiera, que por rosquillas hizo famoso su nombre y el de su pueblo”.

La tía Javiera se inmortalizó por sus rosquillas “que eran las del baño blanco, y la gracia de ellas estaba en que el baño no se cuarteaba ni se desprendía al partirlas”. Viajaba hasta cualquier verbena, desde su natal Villarejo de Salvanés, con el cargamento de rosquillas y muy pronto tuvo imitadores. Así, en su puesto de vendedora podía leerse: “Yo, como verdadera tía Javiera, no tengo hijas ni sobrinas”. 

Anuncio en prensa del año 1863. (Es muy probable que se refiera a la sobrina segunda de la tía Javiera).

Tan sólo una sobrina segunda de la tía Javiera, parece que tenía la fórmula magistral de las famosas rosquillas y también iba por las verbenas más populares, acomodando su puesto. A ella se refiere Benavente cuando habla de su infancia en la fiesta de la Pradera de San Isidro: “No vestía de lugareña, como las otras vendedoras, pero sí llevaba al cuello un collar de aljófar (pequeñas perlas de forma irregular) de muchas vueltas”. 

La tía Javiera falleció durante el primer tercio del siglo XIX, pero la receta de sus rosquillas “listas” –que parece duraban alrededor de seis días sin alteración- ha perdurado en el tiempo tanto como su personaje, representado en forma de cabezudo acompañando a Luis Candelas, Madame Pimentón, Goya, La Arganzuela y tantos otros, en algunas fiestas de Madrid.

Foto: Wikipedia.org
La tía Javiera representada en un cabezudo, en la plaza del Callao de Madrid.



Fuentes:

Hemeroteca ABC.
Hemeroteca de la B.N.E.

Comentarios

  1. la gachi del arpa23 de mayo de 2012, 22:53

    Yo creo que desde este momento debíamos de bautizar a las rosquillas tontas como LAS AGUIRRES

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    1. Ya quisieras, alma de cantaro, tener la mitad de la clase y talento que tiene Doña Espe.

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  2. ¿¿La Tía Javiera no es la de Fuenlabrada??

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    1. La tia javiera era de fuenlabrada,vivia en la calle luis sauquillo enfrente de lo que es ahora CENTRO 8 DE MARZO,y ahí habia un cartel que ponia ROSQUILLAS DE LA TIA JAVIERA,Yo soy amiga de una hija suya y puedo asegurar que la tia javiera era de FUENLABRADA

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    2. Pues la hija debe tener mas años que Matulasén teniendo en cuenta que ya se anunciaba en la prensa en la década de los 1860, y como natural de Villarejo de Salvanés.

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  3. Parece haber discusión sobre la patria chica de la tía Javiera, al haber sido una mujer incansable que se movía por todas las ferias de Madrid.
    Este blog se basa en las noticias de los periódicos y, en este caso, al recorte de prensa que aparece más arriba.
    Muchas gracias por tu comentario.

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  4. La tia javiera era de fuenlabrada lo se porque conozco a su familia

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    1. Me gustaria poder hablar contigo, estoy haciendo un reportaje de san isidro y tu aportación sería ideal. Gracias :)

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  5. Dime en qué podría ayudarte y escríbeme al correo del blog: antiguoscafesdemadrid@gmail.com
    Saludos.

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  6. La Tía Javiera, no tuvo hijos. Fueron tan acreditas sus rosquillas que todos se decían parientes.

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    1. Esa información se cita en el artículo. Según Jacinto Benavente, la receta fue heredada por una sobrina segunda.

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