POMPEYA EN EL PALACIO DE LA MÚSICA

El Palacio de la Música, situado en la Gran Vía de Madrid desde el año 1926, fue proyectado por el arquitecto Secundino de Zuazo Ugalde. La Sociedad Anónima General de Espectáculos (SAGE), propietaria del terreno, encargaría este edificio para dedicarlo a sala de conciertos y de proyecciones cinematográficas, destinando su sótano a sala de fiestas.


Fuente: hemerotecadigital.bne.es (1935)
Acceso a Pompeya, por la calle de la Abada

A pesar de su espléndido diseño, ya que contaba con una enorme pista de baile circular de dos alturas rodeada de columnas con capiteles jónicos, el local destinado a ser sala de fiestas no pareció llamar la atención para instalar en ella ningún negocio del ramo, siendo utilizada, durante los primeros años de su construcción, como espacio para mostrar exposiciones temporales de todo tipo.

Todo cambiaría con la inauguración de Pompeya, el viernes 27 de septiembre de 1935 a las once de la noche.


Fuente: hemerotecadigital.bne.es (1935)

Con acceso desde la calle de la Abada, número 20, Pompeya se anunciaba como salón de té y music-hall. Francisco García, que ejercía como director artístico de los espectáculos, José Parra y Federico Schmidt eran los empresarios responsables de poner en marcha este cabaret, que nada tenía que envidiar a los más elegantes y modernamente montados hasta entonces.

Desde las seis de la tarde, esta sala de fiestas organizaba aristocráticos tés con atracciones mundiales. Bailes y canciones de todos los géneros eran interpretados por artistas como: Hermanas Ortega, Elva Roy, Tania, Gerda Lasner o un joven Miguel de Molina, aristócrata del sentimiento y baile gitanos, acompañados por las orquestas Ríos, Vagabundos o Prieto.


Fuente: hemerotecadigital.bne.es (1935)
Escenario y mesas en la pista de baile de Pompeya

La amplia pista de baile estaba rodeada por mesas en las que desde las 11 de la noche hasta la madrugada se servía la cena (souper), mientras las actuaciones continuaban. Desde los numerosos y bien situados palcos, instalados en el piso superior del local, se dominaba el conjunto de la sala y los espectáculos.


Fuente: hemerotecadigital.bne.es (1935)
Pista de baile y palcos de Pompeya

La sala de fiestas se completaba con un bien surtido bar americano, situado junto a los palcos, cuyo mostrador estaba rodeado por altas banquetas de madera.


Fuente: hemerotecadigital.bne.es (1935)
Barra del bar americano, con sus altas banquetas

Parece que el año 1936 comenzó con pertinaces aguaceros, durante los meses de enero y febrero, lo que provocaría el retraimiento de la clientela hacia las salas de espectáculos. Algunos cabarés y music-hall cerrarían sus puertas por esta razón y por los desgraciados acontecimientos que tendrían lugar cuatro meses después (Guerra Civil Española).

Las últimas noticias del salón de té Pompeya, datan del mes de marzo de aquel año cruel. El local que ocupó abriría después de la contienda con otros negocios: Luna Park (en el año 1946), verbena con entrada libre y bar americano o Palacio del Deporte (en 1951), con pista de patinaje, fútbol de mesa, tiro al blanco y billares.


Fotografía: M.R.Giménez (2023)
Pompeya, con su puerta tabicada

En la actualidad, el Palacio de la Música continúa cerrado y el único vestigio que aún se puede apreciar del salón de té Pompeya es su acceso tapiado, sobre el que perdura la pequeña marquesina con los huecos para las bombillas que un día señalaron su entrada.



Fuentes:

hemerotecadigital.bne.es

prensahistorica.mcu.es


Comentarios

  1. Que tipografía más bonita la de la entrada. Y que pena de abandono.

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    1. Es muy art decó, desde luego.
      Si vas por allí, fíjate en que aún quedan restos de la pintura.
      Gracias por tu comentario, Conde.

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