EL RETIRO. ESTANQUE DE LAS CAMPANILLAS.

El terreno que hoy ocupa el parque de El Retiro de Madrid fue, durante el siglo XVI y hasta el año 1868, lugar de esparcimiento para la monarquía. Allí cazaba Felipe II, en lo que denominaba su “Cuarto”. Un siglo después, el conde-duque de Olivares (Gaspar de Guzmán) mandaría construir el Palacio del Buen Retiro para apartar a Felipe IV de los negocios con la seducción de los placeres.

En el año 1630 dieron comienzo las obras para la edificación del palacio, los jardines, dependencias suntuosas, teatro, estanques y fuentes para el recreo y la diversión de la realeza, lugares donde los habitantes de Madrid tenían la entrada prohibida. 

 

Fuente: es.wikipedia.org. El Palacio del Buen Retiro en 1637, en el  cuadro atribuido al pintor Jusepe Leonardo.

 

Mucho ha cambiado, tanto en dimensión como en su estructura, este espacio que contuvo la destruida Real Fábrica de Porcelana o el Real Observatorio Astronómico (siglo XVIII), quedando casi arrasado durante la Guerra de la Independencia y viendo levantar, poco después, toda una suerte de caprichos paisajísticos como la Casita del Pescador o la Casa de Fieras, así como otras muchas edificaciones y lugares de ocio ya desaparecidos.

Lo que hoy parece una fuente apartada y a menudo vacía es una de las construcciones más antiguas de El Retiro. El Estanque Ochavado o Estanque de las Campanillas se sitúa junto al paseo de Paraguay.

 

Fotografía: M.R.Giménez (2014). Estanque Ochavado o de las Campanillas.
 

Cuando en los años treinta del siglo XVII dio comienzo la construcción del Palacio del Buen Retiro también se llevó a cabo el denominado Jardín Ochavado, con sus ocho calles cubiertas de enramado que convergían en una plaza central. En uno de sus vértices se creó un estanque, destinado en inicio para el riego, que llevaría también el nombre de Ochavado.

 

Fuente: bdh-rd.bne.es. Fragmento del plano de Pedro Texeira (1656). En la imagen se aprecian las ocho calles del jardín y el Estanque Ochavado, en la parte superior.

Posiblemente con diseño de los arquitectos Alonso Carbonel y Juan Bautista Crescendi, que intervinieron en la obra del palacio, este estanque tuvo y mantiene su forma polilobulada con ocho semicírculos y un tramo recto con puerta de acceso. Su contorno continúa cerrado por una barandilla de hierro - que en el siglo XVII fue de madera - entre diez pilares de piedra tallada, que en origen estuvieron rematados por bolas del mismo material.

 

Fuente: bdh-rd.bne.es (1665-1668) Louis Meunier. Estanque pequeño u Ochavado.
 

El Estanque Ochavado tuvo siempre una pequeña isla en su centro, con acceso desde la orilla mediante una pasarela. Una alta torrecilla de madera, con planta octogonal, se situaba sobre la isleta y de su parte inferior surgían varios caños que proveían de agua al pilón, de igual forma que los barrocos mascarones que aún continúan bajo los pilares de piedra situados en sus orillas. 

 

Fotografías: M.R.Giménez (2019). A la izquierda se aprecia aún la puerta de acceso a la pasarela que conducía a la isleta central. En la derecha, uno de los mascarones originales que servían para llenar el estanque y sobre él un pilar de piedra tallada del s. XVII.
 

Casi dos siglos después, en el año 1814, Fernando VII encargó al arquitecto Isidro González Velázquez un nuevo diseño para el Estanque Ochavado, que pasaría a ser conocido por el nombre de Estanque de las Campanillas.

Sobre la lobulada isleta central se instaló un grueso mástil y en él una estructura chinesca, pintada de vivos colores, formada por toldos con piezas metálicas que el viento hacía sonar. El estanque, bastante más profundo que en la actualidad, mantuvo la pasarela de acceso a su centro.

 

Fuente: Nicolas1056 (último cuarto del siglo XIX). El Estanque de las Campanillas.
  

Un gran temporal azotó Madrid el día 8 de mayo de 1886 causando numerosos desperfectos en El Retiro, por entonces llamado Parque de Madrid y con acceso público. Entre los innumerables árboles caídos y otros destrozos el mástil del estanque se partió por la mitad, desapareciendo por completo los adornos chinescos.

Parece que el estanque quedó en un estado lamentable hasta que en el año 1911 el jardinero mayor Cecilio Rodríguez propuso su rehabilitación. Fue entonces cuando se construyó, sobre la modificada isleta central del pilón, un templete formado por piedra rocalla. De él saldrían surtidores de agua en forma de cascada, desapareciendo la pasarela que llevaba a su centro y rellenando su fondo para rebajar la profundidad.

 

Fotografía: M.R.Giménez (2019) Estado actual del Estanque de las Campanillas.

Se podría decir que hoy el antiguo estanque se ha convertido en una fuente solitaria y casi siempre vacía. Emplazada en una zona algo aislada de El Retiro, fue lugar elegido por demasiadas personas para quitarse la vida durante más de cien años. 

 

 

 

Fuentes:

bdh-rd.bne.es

es.wikipedia.org

Guía de Madrid. Manual del madrileño y del forastero” A. Fernández de los Ríos.

hemerotecadigital.bne.es

flickr.com



 

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