ROSARIO DE ACUÑA Y VILLANUEVA

Pudo haber sido una señorita bien, pero no lo fue. Pudo haber utilizado su título nobiliario para buscar una más que holgada posición social, libre de problemas y de espaldas a la realidad popular. Pudo haber vivido del aplauso por su reconocido mérito como magnífica escritora. Ninguno de esos caminos sería válido para aquella mujer, nacida en el Madrid de 1850 y llamada Rosario de Acuña y Villanueva.


Fuente: fpabloiglesias.es (1876)
Rosario de Acuña y Villanueva

Escritora, dramaturga, librepensadora, feminista y defensora de los derechos sociales tanto como apasionada por la naturaleza, Rosario conocería un éxito temprano por sus composiciones líricas, que revelaban un ingenio poco común y que comenzaría publicando en la prensa. En sus versos, poemas, himnos, cantos, dramas, comedias, cuentos o artículos de opinión demostró siempre sus excepcionales cualidades literarias, no exentas de paradoja al ser calificadas como varoniles e impropias de una mujer, por parte de los críticos más renombrados a la hora de ensalzar su enorme talento.


Fuente: cervantesvirtual.com (1885)
Rosario de Acuña en la portada de "El Album de la Mujer"

“Rienzi el Tribuno” (1876), estrenada en el teatro del Circo de Madrid, fue su primer gran triunfo como dramaturga, convirtiendo a Rosario en una de las escasas escritoras del siglo XIX en conocer el éxito de crítica y público. La producción literaria continuó, a partir de entonces, con dos obras teatrales y varios libros de cuentos, poemas y recopilación de sus artículos publicados en los periódicos.

El prestigio de su pluma propiciaría que, el día 19 de abril de 1884, el Ateneo de Madrid le dedicara una velada poética en su sede de la calle del Prado, a los cuatro meses de inaugurarse el edificio, siendo la primera mujer en ocupar el estrado de esta institución.


Fuente: seminariohistoriapinto.es
Rosario de Acuña

Cada vez más interesada en denunciar la desigualdad entre mujeres y hombres, la falta de justicia social que veía a su alrededor y desengañada de las doctrinas católicas que sometían la vida de las personas utilizaría su obra literaria para plasmar en ella todas las reflexiones propias sobre el librepensamiento, el feminismo o el fanatismo religioso.

Tras un fallido matrimonio, ingresó en la logia Constante Alona de Alicante con el nombre de Hipatia, intensificando aún más la difusión de sus ideas en todo el espacio de su carrera profesional y personal. Así llegó el estreno de su obra dramática “El padre Juan” (1891), en el teatro de la Alhambra de Madrid, que supuso un revulsivo para las clases dominantes, quienes llegarían a manifestar que el honor de una mujer se halla sólo en la piedad, que aprenda la honradez y se deje de libres pensamientos, que todos ellos son un pecado mortal.


Fuente: hemerotecadigital.bne.es 
Recorte de prensa tras el estreno de "El padre Juan". 4 de abril de 1891.

Ningún empresario teatral se atrevió a estrenar aquella obra, por lo que fue Rosario quien financió su puesta en escena. Tras el éxito de público inicial vino la prohibición del espectáculo, por parte del gobernador civil de Madrid. De la representación se llegó a publicar que era una blasfemia continuada, un canto en honor del librepensamiento y de la impiedad.

La seguridad en sí misma y la valentía para expresar siempre su opinión venía acompañada por el apoyo de periodistas como: José Nakens, Luis Barafoux, la dramaturga Ángeles López de Ayala o la pianista y escritora Regina de Lamo Jiménez hermana de Carlos de Lamo, que se convertiría en compañero de Rosario hasta el final.

Artículos en prensa, estreno de “La voz de la patria” (1893) en el teatro Español y la creación de una pequeña explotación avícola en las proximidades de Santander, lugar donde había establecido su vida por entonces, no supusieron ningún inconveniente para continuar con su defensa de la justicia y de la igualdad. 


Fuente: pares.cultura.gob.es 
Rosario de Acuña trabajando en su granja avícola.

En el año 1911 publicó un demoledor artículo titulado “La jarca de la Universidad”, con relación a un hecho acaecido en la Universidad Central de Madrid. Seis mujeres, estudiantes de Filosofía y Letras, fueron insultadas de forma muy violenta por un grupo de alumnos a quienes molestaba su presencia en las aulas. El texto de Rosario, en defensa de la mujer estudiosa y no en ofensa de los estudiantes provocaría manifestaciones, altercados y huelga de estudiantes y profesores en todas las universidades del país, sometiendo a un proceso penal a su autora.

Tras dos años viviendo en Portugal llegaría el indulto y Rosario pudo regresar a su casa, entonces situada junto al acantilado de El Cervigón (Gijón). Allí continuaría su tarea, escribiendo en defensa de todo lo que había apoyado a lo largo de su vida, falleciendo en el año 1923 y descansando, desde entonces, en el cementerio civil de Gijón.

La II República Española rescató del olvido la figura de Rosario de Acuña inaugurando en Madrid un grupo escolar con su nombre, en el año 1933, en la calle de España (hoy c/ de María del Carmen), en el distrito de Latina. El edificio es, en la actualidad, el centro socio cultural Rosario de Acuña. 


Fuente: pares.cultura.gob.es (1933)
Grupo escolar Rosario de Acuña.

La antigua Colonia Iturbe, junto a la madrileña Quinta de la Fuente del Berro, también mantiene una pequeña calle dedicada a la escritora desde 1934.


Fuente: Fondo Rosario de Acuña (José Bolado)

Años de silencio y olvido han postergado la figura de Rosario de Acuña y Villanueva, una mujer que defendió lo que en su tiempo hubiera supuesto un avance para la convivencia de todos los seres humanos y hoy, todavía, tanto cuesta lograr y conservar.


HOMENAJE DE ANTIGUOS CAFÉS DE MADRID A ROSARIO DE ACUÑA. CONTRA EL OLVIDO.

FELIZ Y REIVINDICATIVO

8 de Marzo

Día de la Mujer



Fuentes:

cervantesvirtual.com

fpabloiglesias.es

Fondo Rosario de Acuña (José Bolado)

hemerotecadigital.bne.es

pares.cultura.gob.es

prensahistorica.mcu.es

seminariohistoriapinto.es


Comentarios

  1. Respuestas
    1. Muchas gracias por tu comentario, Marisa.
      Sin duda, Rosario de Acuña fue una mujer que no se puede ni se debe olvidar.

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  2. Ene maitia ! Lo que tuvo que aguantar. No se que me da más repelús, si los estudiantes insultando a sus compañeras de clase o el gobernador civil que parece hablar como si fuera un obispo de la carcundia.

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    1. Vale, otra vez me ha pasado. Soy el Conde de Salisbury y hoy volvía a estar demasiado empanado como para tocar los mandos adecuados para presentarme correctamente.

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    2. Demasiadas cosas rechinan en la historia de Rosario de Acuña.
      Fue una de las pocas mujeres en conocer un arrollador éxito en el siglo XIX y hoy el olvido más desolador.
      Merece mucho la pena reivindicar a esta mujer siempre fiel a sus principios, Conde.
      Muchas gracias por comentar sobre el artículo.

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