UN EDIFICIO DE LA PLAZA DE CASCORRO Y SUS CAFÉS

Un curioso edificio de fachada curva que forma chaflán, con dos pisos y un alero de poco vuelo con tejadillo de tejas vidriadas en color verde, saldrá a nuestro encuentro al finalizar el recorrido por la calle de los Estudios de Madrid, con dirección hacia El Rastro. 


Fotografía: M.R.Giménez (2018)
El edificio con tejas vidriadas en color verde, que aún se mantienen.

Situado en la esquina de la calle de San Millán con la plaza de Cascorro (antes llamada de Nicolás Salmerón), fue uno de los primeros proyectos realizados por el arquitecto Leopoldo Torres Balbás, firmado en el mes de julio de 1918 y rectificado, tan sólo dos meses después, con la finalidad de añadir una nueva planta al edificio.


Fuente: memoriademadrid.es (1818)
Cianotipos de los proyectos del edificio: con un piso y con dos.

Timoteo Rojas Carrera, hijo del propietario de la afamada y desaparecida Sastrería y confección de Timoteo Rojas Aranjuelo situada en la calle de la Magdalena, fue quien encargó este edificio para servir como almacén de los géneros del negocio familiar y también para funcionar como tienda. Al no haber sido diseñado para albergar viviendas, nunca tuvo más que un pequeño patio interior de ventilación para sus dos plantas y sótano. El terreno donde se asienta fue adquirido en subasta por un precio de 70.972 pesetas, del año 1918.

Poco tiempo después de terminar la construcción del inmueble, el día 10 de agosto de 1919 vendría a inaugurarse el Café Royal, con entrada por el entonces número 23 de la plaza de Nicolás Salmerón y por la calle de San Millán, nº 1.

Homenajes, reuniones de cesantes (funcionarios públicos sin empleo) y tertulias tenían lugar en este tranquilo café de barrio, que contaba con fosforero y con un salón en el primer piso del edificio.

En el año 1926 el Royal cambió de dueño y haría promoción de su café de exquisita calidad en la prensa diaria.


Fuente: hemerotecadigital.bne.es (1926)

Sin embargo, poco duraría este negocio en las nuevas manos. El día 26 de junio de 1926 sería reemplazado por el nuevo Café de los Reyes.


Fuente: hemerotecadigital.bne.es (1926)

Los hermanos Rey, Enrique y Juan, serían los propietarios de este Café de los Reyes. Era el café predilecto de las personas que figuraban algo en el barrio y contaba con una clientela compuesta por vecinos, empleados del matadero y visitantes de El Rastro de Madrid.

La familia Rey había emparentado con el tío Camorra, propietario desde finales del siglo XIX de un ventorro situado en la cuesta de las Perdices (Aravaca) y frecuentado por quienes recogían leña en la sierra de Madrid para venderla en las tahonas. Dos décadas después este parador se convertiría en la Casa Camorra, cuya clientela se componía por participantes y espectadores de las numerosas carreras de coches, motos o bicicletas que se realizaban en ese empinado y fatigoso tramo de la carretera de la Coruña. 


Fuente: hemerotecadigital.bne.es (1925)
Ambiente de las carreras de la Cuesta de las Perdices.

Este negocio creció hasta convertirse en uno de los restaurantes con zona de recreo y jardines más conocido de las afueras de Madrid, exclusivo para acaudalados clientes. Fue heredado por Alfonso Rey Camorra (hijo y sobrino, respectivamente, de los dueños del Café de los Reyes). Personaje muy conocido de Madrid, que más tarde sería también propietario del restaurante Riscal y del tablao flamenco Corral de la Morería.

El local del viejo y castizo Café de los Reyes situado junto a El Rastro, tras pasar por otros negocios del ramo, sería convertido en el año 1947 en un establecimiento dedicado a la venta de antigüedades llamado El Ciervo de Oro, cuyo propietario era Clemente Beltrán. En la década de los años 70 el edificio sería la sede de una entidad bancaria, hoy también desaparecida.


Fuentes:

hemerotecadigital.bne.es

memoriademadrid.es

prensahistorica.mcu.es


Comentarios

  1. También hubo salón recreativo con billares, futbolines, pin pon ... En los años 70...

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    1. Así es. El banco continuó hasta hace poco, pero la sala de billares desapareció.
      Gracias por tu comentario.

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  2. Me parece un edificio original y precioso.

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    1. Estamos de acuerdo en lo que dices. Es un edificio singular para esa zona de Madrid.
      Gracias por tu comentario, Conde.

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