CAFÉ LION D’OR Y EL EDIFICIO DE LA GRESHAM DE LA CALLE DE ALCALÁ.

Eran los años finales del siglo XIX cuando en la calle de Alcalá, entonces número 38 y hoy 18, abrió al público como cervecería el Lion d’Or, la más elegante de Madrid.

Fuente: Archivo Ruiz Vernacci. Mcu.es (años 40 del siglo XX). Fragmento de la fotografía.
Café Lion d'Or entre el Teatro Al"c"azar y el Banco de Bilbao.


Propiedad de la familia Gallardo (al igual que el Café Lion de la calle de Alcalá, número 59, que abriría en el año 1931), el Lion d’Or acometió una gran obra de remodelación para convertirse en café y fue de nuevo inaugurado durante los primeros días del año 1906. Decorado al estilo Luis XV era tan suntuoso como severo en sus frisos, cenefas y lámparas para el alumbrado eléctrico. Sus muros estaban adornados por tapices de exquisita factura, con escenas de caza destacadas sobre un fondo de terciopelo rojo. Mesas de mármol de Mañaria (Vizcaya), jaspeado en blanco y negro sobre las que se colocaban las consumiciones en servicios de plata.

Fuente: B.N.E. (1933)
Aspecto de la terraza del Café Lion d'Or.

Poco a poco, lo que comenzó despachando cerveza se fue convirtiendo en uno de los cafés más importantes Madrid por el que pasarían las tertulias de los miembros de la Generación del 98, primero, y de la Generación del 27, después. Tal vez la tertulia que más renombre obtuvo en el café Lion d’Or fue la de los Humoristas, compuesta por escritores, dibujantes y pintores como José Francés “Silvio Lago”, Juan Alcalá del Olmo, Leal de la Cámara, Ramón Manchón Herrera, Tomás y Aurora Gutiérrez Larraya, Manuel Bujados, Pedro Antequera Azpiri, Ricardo García López “K-Hito”, Enrique Estévez-Ortega, “Tito”, Ricardo Marín, Pepito (José) Zamora, Enrique Ochoa, Germán Gómez de la Mata y Daniel Vázquez Díaz, entre otros. Todos ellos pasarían después al café Gijón, luego, en el año 1923, al café Jorge Juan y posteriormente a los bajos del Hotel Nacional en una reunión semanal e inalterable que tenía lugar todos los jueves.

Fuente: B.N.E. (1928)
Caricatura de Enrique Estévez-Ortega, uno de los integrantes de la tertulia de los Humoristas.

En el año 1903 la compañía de seguros Gresham Life Assurance Society Limited, se instaló en el edificio de la calle de Alcalá en el que se hallaba ubicado el Café Lion d’Or. Colocaría un gran cartel sobre su tejado y el inmueble pasaría a ser conocido como la casa o El Edificio de La Gresham.

Fuente: B.N.E. (1921)
Edificio de La Gresham durante la construcción del teatro (izquierda) y del banco (derecha). 

Corría el año 1921 mientras la casa de La Gresham se encontraba en medio de dos grandes edificios en construcción: El banco de Bilbao y el teatro Alkazar (que cambiaría la “k” por la “c” en el año 1940). En la edificación del teatro la cimentación entró por debajo de la casa Gresham, en la parte de la medianería, y a media tarde del sábado 26 de marzo de 1921, cuando el Café Lion d’Or contaba con más afluencia de público, provocó el hundimiento de su suelo.

Durante las semanas anteriores a este suceso, los vecinos del edificio de La Gresham habían percibido ciertos temblores en las paredes, habiéndolo comunicado al propietario que, acompañado de un técnico y tras inspeccionar el inmueble, afirmó que no existía peligro. Las obras siguieron adelante.

Fuente: B.N.E. (1921)
La fotografía recoge el hundimiento del edificio de La Gresham por el lado del café Lion d'Or, cuyo muro era de arcadas e incapaz de ejercer contención.

El hundimiento se produjo por la filtración de una vía de agua que pasaba por debajo del café, motivando el reblandecimiento de la tierra arenisca que no estaba contenida por el muro de arcadas del edificio. Los parroquianos del Lion d’Or fueron engullidos por el enorme socavón junto a escombros, mesas, sillas y demás servicios del local.

Rápidamente se organizaron trabajos de rescate, mientras se avisaba a los bomberos. Tres de los clientes presentaban un estado de enorme gravedad y uno de ellos fallecería un mes más tarde. El edificio de La Gresham fue desalojado de inmediato y se acordonó ese tramo de la calle de Alcalá, interrumpiendo la circulación a vehículos y peatones.

Fuente: B.N.E. (1921)
Viñeta aparecida en prensa cuando se apuntaló el edificio de La Gresham, prohibiendo el paso por la zona.

El arquitecto del edificio de La Gresham, Celestino Aranguren Alonso, ya se había opuesto tenazmente a la realización de las obras del futuro teatro Alkazar fundándose en que constituían un peligro para la citada casa, construida por él. Tras producirse el hundimiento se trasladó al lugar para reconocer las causas del accidente y, una vez evaluado el siniestro, falleció de un ataque de asistolía en el interior del coche que lo llevaba a su domicilio. Fue sustituido por el arquitecto Antonio Ferreras Posadillo.

Al desalojar la casa se vio que el hundimiento había provocado un boquete de tres metros de extensión por el que los heridos se habían precipitado a diez metros de profundidad, cayendo al sótano del café. 

Una semana después del siniestro los peritos encargados de evaluar el estado del edificio concluyeron en la necesidad de su demolición. Por entonces seguía cortado el paso de la calle de Alcalá y también el de la calle de Sevilla, lo que provocaba grandes trastornos a viandantes y conductores. 

El nuevo arquitecto Ferreras quería salvar el inmueble a toda costa, a pesar de que varios nuevos temblores de la casa llegaron a dejar la esquina, donde se había producido el derrumbe, colgada sobre el vaciado que tenía una profundidad de siete metros. Se apuntaló el edificio por medio de tornapuntas y cruces de San Andrés de madera, quedando restablecido el tráfico de la zona diez días después de la catástrofe. 

Al fin el edificio de La Gresham fue salvado de la piqueta, el teatro Alkazar y el banco de Bilbao terminaron de construirse y el Café Lion d’Or abrió sus puertas de nuevo, hasta que en el año 1963 fue sustituido por la moderna cafetería Nebraska, negocio abierto en la actualidad.





Fuentes:

Hemeroteca de la B.N.E.
Hemeroteca del ABC.
Mcu.es – Archivo Ruiz Vernacci.
Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid.

Comentarios

  1. Cada día me gustan más tus artículos. Maravilloso, y con todo lujo de detalles. Lástima que el inmueble no llegase hasta nosotros con el esplendor con el que fue construido, pero al menos sigue en pie. Que disgusto se llevaría aquel hombre para morir camino de su casa del soponcio que se llevó al ver la imprudencia cometida.

    Por favor, no dejes de escribir, eres genial.

    ResponderEliminar
  2. El edificio de la Gresham pasa hoy por ser una casa anodina en medio de los imponentes Teatro Alcazar y banco BVA. Sus vicisitudes fueron olvidadas, como tantas otras de la historia de Madrid.
    Gracias por tu amable comentario, David. Ninguno de nosotros ha de dejar de investigar y de escribir sobre Madrid, para que nada se olvide.
    Tú sí que eres genial por tu blog y por tus magníficos libros: "Cines de Madrid" y "Cines de Barrio"

    ResponderEliminar
  3. Estupendo artículo, estupendas fotos. Gracias por toda esta informació y feliz año

    ResponderEliminar
  4. Feliz año 2015, Antonio. Muchas gracias por tu amable comentario y por tus maravillosas tabernas antiguas de Madrid.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Tal vez te interese: