DEL CAFÉ INGLÉS AL HOTEL INGLÉS.
Mediaba el siglo XIX
cuando el Ayuntamiento de Madrid tuvo a bien cambiar el nombre de la calle Ancha
de Peligros, que desde entonces pasó a llamarse calle de Sevilla.
Será a partir de esos
años el momento en que esta zona de la ciudad comenzó su remodelación,
derribando edificios antiguos y construyendo otros magníficos, convirtiendo
callejones como el de los Gitanos en modernas vías como la calle de Arlabán
y sustituyendo la antigua encrucijada de las Cuatro Calles por, desde el
año 1912, la plaza de Canalejas.
Fuente: mcu.es (1900 aprox.). La calle de Sevilla y la plaza de las Cuatro Calles, al fondo. |
En el número 4 de la calle de Sevilla, haciendo esquina con la entonces llamada de los Gitanos (hoy c/ de Arlabán), Manuel Antonio Fornos inauguró, el día 13 de febrero de 1859, el Café Europeo, local que ya existía con anterioridad.
Un ancho y cómodo diván recorría las paredes del nuevo café, elegantemente decorado por un friso rojo situado en la parte superior de sus empapeladas paredes y que hacía juego con el tapizado de los taburetes instalados junto a las mesas de mármol. Ocho o diez grandes espejos, reflejaban la luz de la calle y de los enormes candelabros de bronce que iluminaban su interior.
Como gran novedad se habían colocado perchas para los sombreros de la clientela, servida por mozos uniformados de negro y con corbatas blancas.
Seguramente Fornos, el dueño del local, tendría otros planes de negocio para su nuevo café de Fornos, que inauguraría en el año 1870 no muy lejos de la calle de Sevilla. El viejo Café Europeo pasaría a ser propiedad de José Zaragoza, quien lo convirtió también en restaurant, cambiando su nombre por el de Café Inglés.
Fuente: hemerotecadigital.bne.es (dibulo publicado en 1928). La fachada del Café Inglés hacía esquina entre las calles de Sevilla y de Arlabán. |
Sólo ocho años duró la propiedad del Café Inglés en las manos de José Zaragoza. El día 15 de octubre de 1882 Agustín Ibarra reinauguraría este su reformado café-restaurant. Ese mismo mes el Ayuntamiento de Madrid cambió el nombre de la estrecha calle de los Gitanos, que desde entonces se denomina de Arlabán.
Champán, buenos vinos y su excelente cocina hicieron del restaurante del Inglés un lugar al que el Madrid de catedráticos, jueces, afamados arquitectos, concejales, diputados y sociedades de escritores y artistas acudían para homenajear a sus próceres en numerosos banquetes.
Este mismo propietario convertiría el número 10 de la antigua calle del Lobo (hoy de Echegaray) en el alojamiento más moderno del Madrid de la época, el Hotel Inglés.
Fuente: hemerotecadigital.bne.es (1886). Anuncios del Hotel Inglés, el año en que fue inaugurado. |
El edificio del Hotel
Inglés fue adquirido por Agustín Ibarra cuando aún estaba en construcción,
inaugurando el establecimiento el día 16 de diciembre de 1886. Fue dotado de
los más avanzados adelantos de la época: ascensor, calefacción a vapor, luz
eléctrica y baños en todos los pisos, siendo el primero en Madrid en ceder
habitaciones amuebladas, dejando al gusto del huésped el comer o no en el
establecimiento. Entre sus servicios, también disponía de coche propio para
el traslado de los clientes a todas las estaciones de tren de Madrid.
Fuente: hemerotecadigital.bne.es (1915). Una habitación del Hotel Inglés. |
Además de sus lujosas
y ventiladas habitaciones, el hotel ponía a disposición de su clientela una
sala de lectura y un magnífico comedor, con capacidad para cuatrocientas
personas.
Fuente: mcu.es (Principios del siglo XX). Comedor del Hotel Inglés. |
En el año 1911 el Hotel Inglés amplió su negocio adquiriendo la casa contigua del número 8 de, y desde el año 1888, la ya denominada calle de Echegaray. Tras dicha ampliación, cincuenta de sus ciento veinticinco habitaciones, ya estaban dotadas de cuarto de baño.
Fuente: hemerotecadigital.bne.es (1915). Cuarto de baño de una habitación, tras la remodelación del Hotel. |
El Hotel Inglés cambió su nombre por el de Imperio, en el año 1939, nada más terminar la Guerra Civil Española y retomaría su denominación antigua a finales de los años cuarenta del siglo pasado.
Con el paso del tiempo el establecimiento comenzaría su decadencia, a pesar de las numerosas reformas llevadas a cabo en su interior.
Tras su cierre, en el año 2012, rehabilitado y moderno, ha reiniciado su actividad en 2018, por lo que continúa siendo el hotel con la marca más antigua de Madrid.
Fotografía: M.R.Giménez (2018). El Hotel Inglés, en la actualidad, ha recuperado elementos del antiguo. |
Mientras, la historia
del viejo Café Inglés de la calle de Sevilla continuó adelante con
nuevos dueños. El día 6 de septiembre de 1890 Fernando Yarto y Nicasio Ruiz,
volvieron a abrir este renombrado café también con restaurant.
Fuente: bibliotecadigital.jcyl.es (1909). El Café Inglés de la calle de Sevilla, con su última decoración. |
Decorado por el
arquitecto Enrique María Repullés, el Inglés tenía un gran salón pintado
en tonos claros y en su techo cuatro medallones, con frescos alegóricos a las
distintas partes de un banquete.
Para comidas más íntimas,
se habían dispuesto varios gabinetes de estilos distintos. Así, el Pompeyano
tenía dos grandes lámparas suspendidas por cadenas a un vástago horizontal
rodeado por una serpiente. El Oriental se había decorado con estilo árabe.
El llamado Luis XV era Rococó. El Japonés tenía lámparas de bambú con hojas y
flores que salían de los marcos de los espejos que colgaban de sus paredes. Un
quinto gabinete era de estilo moderno, como el comedor principal, y podía
unirse a éste corriendo un falso tabique que los separaba.
Cada uno de los salones estaba decorado con frescos en paredes y techos, obra de los pintores Genaro Leal y Luis Muriel, Arroyo y Carrasco.
Fuente: hemerotecadigital.bne.es (1908). El periodista Mariano de Cavia en el Gabinete Japonés del Café Inglés. |
El Café Inglés de la calle de Sevilla, equina con la de Arlabán, desapareció con el derribo del viejo edificio donde se hallaba ubicado, en el año 1923.
En su lugar se construyó el inicialmente llamado Edificio de La Tabacalera, que hoy podemos contemplar.
Fuentes:
hemeroteca.abc.es
hemerotecadigita.jcyl.es
hemerotecadigital.mcu.es
mcu.es
prensahistorica.mcu.es
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