LOS TRES NOMBRES DE UN CAFÉ EN EL BARRIO DE POZAS.

Hubo en la calle de la Princesa un barrio llamado de Pozas, construido por el promotor Ángel de las Pozas Cabarga en el año 1860 y derribado en su totalidad por la especulación más abyecta en 1972 para construir sobre su terreno los grandes almacenes hoy existentes y un lujoso hotel. 

Foto: M.R.Giménez (2012)
Esquina de la calle de la Princesa con Serrano Jover, en la actualidad. En este mismo local hubo, cuando existía el barrio de Pozas, un café.
 
El barrio de Pozas tenía forma de triángulo y estaba rematado por la calle de la Princesa, el paseo de los Areneros (actual calle de Alberto Aguilera) y la Ronda del Conde Duque (actual calle de Serrano Jover); los edificios del interior se repartían entre el pasaje de Valdecilla y las calles de Hermosa y de Solares. 

Fuente: Bibliotecavirtualmadrid.org
Plano de Juan Merlo, Fernando Gutiérrez y Juan de Ribera del año 1866. Con su característica forma triangular aparece el barrio de Pozas y sus calles. A la izquierda el hospital y la iglesia del Buen Suceso.

El de Pozas era un barrio construido para vivir. Exponente de una ordenación de estilo isabelino, con un gran carácter decimonónico, está pensado para una vida en comunidad, donde el hombre pueda relacionarse en su propia ágora. Sus veintiún edificios de viviendas se completaban con un dispensario médico, un mercado, tiendas, la fábrica de chocolates y cafés “La Española”, el “Teatro Quevedo” inaugurado en diciembre de 1866, bares y un café. 

El Plan Castro, cuyo proyecto data del año 1857, contemplaba la configuración del ensanche de la ciudad. La construcción del barrio de Pozas se realizaría según este Plan, cuando aún quedaba por derruirse alguna parte de la cerca de Felipe IV que desde 1625 circundaba Madrid. Así, en el mes de septiembre de 1864, con una gran fiesta en la que hubo bailes y cohetes, los vecinos celebraron el derribo del antiguo Portillo de San Bernardino (o de San Joaquín) por cuenta de Ángel de las Pozas como un obstáculo menos que les separaba del centro de Madrid y que estaba situado en lo que ya era la calle de la Princesa, junto al propio barrio. 

Nada más comenzar el año 1866 se inauguró un nuevo servicio de ómnibus que conectaba la Puerta del Sol con el barrio de Pozas. Con una frecuencia de media hora, el trasporte comenzaría a funcionar a las 7 horas de la mañana y terminaría a las 12 horas de la noche, con un coste de 1 real por viaje. Más tarde, en el año 1907, el alcalde ordenaría la instalación de faroles de alumbrado de incandescencia en la calle de la Princesa, la más importante del barrio. 

Fuente: ABC (1969)

En la década de los años sesenta del siglo XX el barrio de Pozas comenzó a ser objeto de otra de las ignominiosas especulaciones del centro de Madrid. La “Inmobiliaria Pozas” fue comprando pisos privadamente, para luego incluir el barrio en el Registro Municipal de Solares, a la vez que la Gerencia Municipal de Urbanismo secundaba la operación diciendo que aquello estaba en estado de ruina con el beneplácito del entonces alcalde, el lacrimoso Carlos Arias Navarro. 

En el año 1967 comenzarían los desahucios que los vecinos trataban de impedir en los juzgados, oponiendo resistencia e incluso llegando hasta el encierro en el interior de sus propias viviendas, a las que se les fueron cortados los suministros de agua y luz. Muchos madrileños se acercaban a los balcones y ventanas de los pisos para hacer llegar comida y bebida a los que allí se mantenían a la espera de una solución. El día 12 de febrero de 1972 los escritores Lauro Olmo Gallego y su esposa Pilar Enciso Pellico, en compañía de sus hijos, fueron los últimos inquilinos en abandonar el barrio de Pozas y de inmediato sería rematada su demolición. Menos de dos años después se inauguraría, con gran alharaca, el nuevo gran almacén que aún continúa. 

Fuente: Flickr.com Nicolás1056. (1875)
Barrio de Pozas e Iglesia del Buen Suceso. En el centro de ambos, la calle de la Princesa y a la izquierda el Paseo de los Areneros (actual calle de Alberto Aguilera)

En la esquina comprendida entre la calle de la Princesa y la Ronda del Conde Duque (ahora Serrano Jover) hubo un café que con el tiempo cambiaría de nombre y de dueño hasta en tres ocasiones. 

Cuatro años después de edificarse el barrio de Pozas vino a instalarse en esta esquina un primer negocio con el nombre de café del Buen Suceso, en el número 12 (entonces) de la calle de la Princesa y en el número 1 de la Ronda. Anunciaba como atracción una pareja de baile que dará principio a sus trabajos en los días no festivos a las 6 horas de la tarde y los termina a las 11 horas de la noche y los días feriados desde las cuatro y media de la tarde hasta igual hora de la noche. 

Fuente: Memoriademadrid.es (alrededor del año 1908).
La calle de la Princesa ya tenía alumbrado de incandescencia. A la izquierda la iglesia y a la derecha la fachada del café del Buen Suceso.
 
En el mes de octubre de 1913 el negocio había cambiado de dueño y también varió el número de la calle de la Princesa, que entonces ya sería el 24, donde éste se ubicaba. Abrió sus puertas el titulado café Europa. 

Fuente: B.N.E. (1913)
Fachada del café Europa, recién inaugurado.
 
Este elegante café es propiedad del conocido industrial Manuel Orejas. Adornado a la inglesa se presentaba como un elegante establecimiento, serio, con servicio regio, excelente cocina instalada con arreglo a los últimos adelantos e inmejorable calidad en sus productos. Tenía sala de billar cuyas mesas han sido fabricadas “exprofeso” para esta casa. 

Fuente: B.N.E. (1913)

El bonito café Europa sería reemplazado en el año 1928 por el llamado café España que se mantendría abierto hasta la demolición del barrio de Pozas. 

Fuente: Revistamadridhistorico.es (Probablemente en los años 60 del siglo XX).
Fachada del café España.
 
En el España, antes de la Guerra Civil Española, se celebraban tertulias políticas de trabajadores, a las que se accedía por un portal estrecho y oscuro que daba a la calle de la Princesa. También mantenía las mesas para jugar al billar, pero había perdido su decoración a la inglesa convirtiéndose en un sencillo café de barrio. 

Con el paso del tiempo la calle de la Princesa iría conformando su fisonomía y los nuevos edificios construidos variaron también el número de esta vía donde se ubicaba el café España. De esta manera, en el año 1959 este establecimiento ya se encontraba, como ahora el que le reemplaza, en el número 40. 

A finales de la década de los cincuenta, cuando la televisión era aún inaccesible para la mayoría de los madrileños, el café España anunciaba en la prensa la instalación de un aparato “Marconi” para ver los partidos de fútbol. 

Fuente: Madrid.org (Años 60 del siglo XX)
Vista aérea de la zona.
 
La brutal especulación de la zona no sólo se llevaría por delante al barrio de Pozas, a su café y a todos los negocios del entorno. También hizo lo propio con la antigua iglesia del Buen Suceso, de gallarda y elegante traza, y su hospital, construidos en el año 1868 y situados en la acera de los números impares de la calle. Sobre este solar se erigieron enormes e insustanciales edificios que carecen del más mínimo interés arquitectónico. 




Fuentes:
Hemeroteca B.N.E.
Hemeroteca ABC
Prensahistorica.mcu.es
“Las calles de Madrid” Pedro de Répide.
Bibliotecavirtualmadrid.org
Revistamadridhistorico.es
Madrid.org
Flickr.com Nicolás1056
Memoriademadrid.es

Comentarios

  1. Siempre se sospechó, que el sr Cura Párroco del Buen Suceso, estuvo detrás de la especulación del solar.Pero no creo que se llegara a nada.
    Antpñito I El maligno.

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  2. Pues, no lo descartes. Entre todos la mataron y ella sola se murió, pero con "mucha ayuda". La especulación fue, es y será feroz sin importar a cuantos ciudadanos se lleva por delante.
    Salud.

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