EL NUEVO CAFÉ DE SAN MILLÁN.

La plaza o plazuela de San Millán de Madrid nunca tuvo numeración propia, pero existió. Fue de esos lugares a los que primero engulló una gran calle, en este caso la de Toledo, y luego perdió definitivamente su nombre al ser instalada una boca de metro (La Latina) en su pequeña ubicación. 

Foto: M.R.Giménez (2010).
Lo que fue la plazuela de San Millán con su aspecto actual y un viejo farol que, milagrosamente, quedó olvidado. El poste servía para alumbrar y señalar los aseos que allí tenían su acceso. 

Tanto la plazuela como la calle de San Millán, que en ella comienza, tomaron su nombre de la iglesia que allí estuvo desde el año 1806 hasta 1869, cuando fue derribada. 

Fuente: Urbacindades.wordpress.com
Iglesia de San Millán (1860) desde la plaza de Riego (hoy La Cebada) con el mercado aún sin
construir.

Tras instalar en el solar, por orden del ayuntamiento, los cajones de verduras para venta al por mayor y menor que ocupaban la antigua plazuela cercana al mercado (plaza de la Cebada, entonces plaza de Riego), la parcela fue nuevamente desalojada para iniciar las obras del edificio de viviendas que hoy conocemos, con entrada por el número 5 de la calle de San Millán y cuyo año de construcción es 1876. 

Allí, en la esquina de la plazuela y la calle, en el número 67 (hoy 61) de la calle de Toledo, estuvo el viejo café, abigarrado y chulón más simpático de Madrid: El Nuevo café de San Millán. 

Foto: M.R. Giménez (2011)
El café de San Millán.
 
Inaugurado en diciembre del año 1876 por su dueño, Manuel Vidal Gallo, estaba dividido en dos partes: La del fondo que cobijaba a la clientela fija y la de la puerta, a los de paso. 

Mucha y variopinta fue la parroquia de este café. Por él pasaron desde arrieros, tratantes de ganado, fresqueros (vendedores de pescado fresco) y trabajadores del vecino mercado de La Cebada hasta Pío Baroja y Nessi; cigarreras, verduleras, peinadoras, vecinas del barrio y casi toda la Generación del 27 con Maruja Mallo González (quien ganó en el año 1926 a Rafael Alberti en un concurso de blasfemias, celebrado en el café). Era este un lugar de tertulias y uno de los pocos espacios en que las mujeres podían reunirse abiertamente. 

En el año 1884 el café cambia de dueño y de decoración. Su nuevo propietario, Julián Uruburu Goiri, transforma el local en un lujoso establecimiento que poco tenía que envidiar a los cafés de la Puerta del Sol y sus aledaños. Con cuidado exquisito el pintor Sánchez Pescador llevó a cabo pinturas en los techos con gran propiedad, representando las costumbres de la vida del café. Desde el toreo a la graciosa manola que saborean la leche “amerengada”, hasta el periodista que, ni aún en el café, deja la noble manía de arreglar el mundo. 

Manuel Machado, hermano de Antonio, escribió en septiembre del año 1903 que en el café de San Millán celebró el torero Frascuelo (Salvador Sánchez Povedano) su fastuosa boda, pero erró en el dato porque lo que verdaderamente festejó el diestro fue haber conseguido uno de los mayores premios de la lotería del mes de julio de 1889. Allí se presentó Frascuelo el 1 de agosto, a las 11h. de la mañana, con unos amigos, invitando a los parroquianos del café a tomar lo que quisiesen. De inmediato corrió la voz entre los vendedores del mercado de La Cebada que fueron recibidos por el matador, apostado en la puerta del local, haciéndoles entrar para ser convidados. El mercado quedó vacío y la aglomeración en la plazuela de San Millán fue de tal magnitud que hubo de intervenir el orden público. 

Otra reforma del café tiene lugar en el año 1891 en la que su dueño, Julián Muguruza, vuelve a engalanar la decoración del espléndido café añadiendo molduras, adornos y cuadros con reproducciones de calles y edificios de La Latina, del pintor aragonés Manuel Zapata, además de instalar luz eléctrica. 

Fuente: Urbanity.es
Plazuela y Nuevo café de San Millán en 1897. La vendedora de verduras tiene el cesto entre la acera y la vía, para no pagar el impuesto al ayuntamiento.
 
En el año 1903, el abuso de autoridad de los nuevos dueños del café de San Millán propició la primera huelga de camareros de Madrid, que se extendería por todos los cafés de la ciudad. Pero dos años más tarde, en 1905, la suerte sonríe a los trabajadores y parroquianos del café haciéndoles partícipes del tercer premio de la lotería de Navidad, que recayó en el número 15.554 y fue vendido por el fosforero Manuel Sevilla, que no se reservó participación alguna. El premio se abonó en una de las salas de tresillo de los billares del mismo café, el día 29 de diciembre, en la que se hallaban presentes el cerillero, un administrador de lotería y una pareja de seguridad mientras la mujer del vendedor que había repartido la suerte, ponía orden a la entrada del café. 

Fuente: B.N.E.
El fosforero Manuel Sevilla, con su mujer, preparado para entregar los premios. (1905).
 
El café de San Millán fue agraciado en otras dos ocasiones por importantes premios de la lotería. En el año 1915 otro fosforero llamado José Cando, vuelve a repartir participaciones de dos reales del número 28.535, agraciado con el segundo premio y en 1923 el gordo de Navidad recae en el personal de cocida del café, que jugaba un vigésimo del billete, correspondiéndoles la suma de quince millones de pesetas. 

El Nuevo café de San Millán estuvo abierto durante la Guerra Civil Española, sirvió de comedor social para el barrio y debió cerrar entre las décadas de los años cuarenta o cincuenta. Hoy es sólo un lugar de paso a la salida del metro, aunque mantenga el nombre de café de San Millán; sus pinturas y cuadros se perdieron hace tiempo cuando cerró el antiguo. Los dueños del nuevo bar van con prisa, desconocen tanto su historia pasada como en qué año se reanudó el negocio de la cafetería, lo que no deja de ser triste para la historia de Madrid. 







Fuentes: 
Hemeroteca B.N.E.
Hemeroteca ABC.
“Las calles de Madrid” Pedro de Répide.
Urbanity.es
Urbancidades.wordpress.com

Comentarios

  1. Mi abuelo, Antonio Salgado Ruiz y su hermana, Eloisa Salgado, fueron los últimos dueños del antiguo Café de San Millán. Se cerró hacia el año 1956 cuando declararon el edificio en ruinas, aunque no estoy segura de la fecha exacta. Aún conservamos en la familia pequeñas cosas del mobiliario así como vasos de café y de horchata.
    Un saludo

    Mercedes Núñez Salgado

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  2. Mercedes, gracias por la información que aportas ya que no fue posible conocer la fecha del cierre del antiguo café de San Millán.
    Un saludo afectuoso.

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  3. Buenas noches, al respecto del farol que quedó como elemento en la plazuela se trata en realidad del globo que, junto al cuadrado de forja que queda a su lado es donde se encontraba el cartel de "metro", ya que lo que antecede tal elemento es la antigua entrada del metro, antecesora de la boca actual, por lo que es un elemento digno de recordar y por qué no, conservar con mejor grado que el actual.
    Un saludo afectuoso y enhorabuena por tan buen trabajo sobre Madrid.

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  4. La línea 5 del metro de Madrid, donde se encuentra la estación de La Latina a la que haces referencia, fue inaugurada en el año 1968. El soporte del farol de la fotografía es muy anterior a esa fecha y, únicamente apuntar, los distintos postes ubicados en las bocas del metro de Madrid nunca tuvieron ese formato.
    Gracias por tu comentario y otro saludo afectuoso para ti.

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  5. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  6. José María: Toda la información aquí reseñada está sacada de la prensa antigua. Que yo sepa, no hay un texto específico que referencie la obra que tuvo lugar en este café.
    Un saludo y gracias por tu amable comentario.

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  7. Agradezco mucho al autor de la bitácora esta entrada, con la que me he encontrado buscando información sobre este café, por el que me he interesado al leer la referencia que a él hace José Pla:


    "Entrando ahora en la cosa de gusto personal —que el lector no podrá probablemente compartir— diré que yo prefiero a todos, el café antiguo: el café con espejos, con bancos y sillas de terciopelo de sangre de toro, mesas de mármol, lámparas colgadas del techo —viejos globos de gas adaptados a la iluminación eléctrica— y aquellas bolas brillantes, de metal blanco, donde los camareros solían guardar el utillaje para tener limpias las mesas. En Barcelona no se conserva, a mano, casi ningún café de éstos. ¡Qué pena! En Madrid se conservan todavía algunos cafés antiguos, como el de San Millán, al que concurrí hace años, cuando se reunían allí, intermitentemente, el poeta Antonio Machado y don Miguel de Unamuno. Hubiera sido un poco difícil imaginarse “estos dos hombres —los dos han muerto para la vida terrestre y empezado a vivir para la inmortalidad— en uno de estos cafés novísimos de Madrid, y no porque estos cafés no fueran sencillos como lo fueron estos hombres en vida, que algunos lo son, sino simplemente porque el hombre, además de hijo de sus obras, es un poco hijo del café de su tiempo, y Machado y Unamuno fueron hijos del café de San Millán, como Leopardi hijo del café del Greco en Roma y Moréas del café Vachete, en el Barrio Latino.

    Algunos de los cafés novísimos de Madrid son de líneas esbeltas y sencillas, de un neoclásico muy acusado; otros aparecen tan sobrecargados que tienden francamente al coche mortuorio de gran pompa. Me gustan más los primeros que los segundos y más que todos el viejo café de San Millán, tan anacrónico, con sus jícaras de chocolate a la española, sus vasos de agua con azucarillo, sus luces un poco mortecinas, sus camareros jubilados, su café de colador, sus espejos con el azogue aflorando a la superficie... y al fondo, recitándose sus versos, don Antonio Machado, desastrado y torpón, y don Miguel de Unamuno con su “con su chaleco cerrado, su barba, sus ojos pequeños e inquisitivos, su cráneo fino, dibujado y duro y la caspa sobre los hombros, blanquísima.”

    Del artículo "El Café" de José Pla, recogido en el libro “Humor honesto y vago” (ediciones Destino, Barcelona, 1942).

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    Respuestas
    1. Te agradecemos mucho tu gran aportación a este artículo con el texto de Pla.
      Todos los cafés desaparecieron hace mucho tiempo, pero ayudaron a crear la historia de Madrid y se hace necesario contar sus historias.
      Gracias por tu notable comentario. Un saludo.

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  8. Me interesa mucho lo referente a Frascuelo y el premio de la Lotería Nacional.
    Se sabe el número premiado, fecha sorteo e importe del premio.?
    Me podría decir la fuente de esa información.
    Gracias.
    Un saludo.
    Francisco Butler.

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  9. Francisco, un retrato del torero Frascuelo aparece en nuestro vídeo "La taberna de Antonio Sánchez".
    Esta es la dirección de nuestro canal de YouTube, al que nos gustaría te suscribieras:

    http://www.youtube.com/antiguoscafesdemadrid

    Por otra parte, indicarte que los premios de la lotería citados en el artículo del blog son:
    15554 (3er. premio). Información publicada en "La Época" del 23 de diciembre de 1905.
    28535 (2º premio). Información publicada en "El Liberal" del 2 de febrero de 1915.
    18398 (gordo). Información publicada en "El Sol" del 23 de diciembre de 1923.

    Un saludo.

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  10. Muchas gracias, Francisco. Esperamos verte mucho por nuestro canal de YouTube.
    Un saludo.

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