PALACIO DE GAVIRIA

La calle del Arenal de Madrid, que así se llama por haber sido un terreno arenoso debido al arroyo que por allí pasaba en tiempos de la dominación árabe, fue lugar escogido para construir ilustres y suntuosas casas a partir del siglo XVI. Una de ellas sería el palacio de los duques de Arcos, terreno que después ocuparía el edificio del Palacio de Gaviria.

Fotografía Casa Moreno/catalogos.mecd.es (principios s. XX)
Escalera principal del Palacio de Gaviria.

El acaudalado Manuel de Gaviria Alcoba, también conde de Buena Esperanza, había adquirido los terrenos correspondientes al hoy número 9 de la calle del Arenal, con vuelta a la travesía del mismo nombre, para construir un imponente palacio. El edificio fue proyectado, en el año 1846, por el arquitecto Aníbal Álvarez Bouquel.

Fuente: COAM. 
Proyecto original del Palacio de Gaviria, firmado por el arquitecto.

De carácter renacentista, este palacio mantiene como en origen su fachada de piedra y ladrillo, además de los balcones del piso principal que continúan rematados por frontones curvos. Como veremos, el edificio ha sufrido algunas modificaciones y ha sido conocido por varios nombres a lo largo de su historia.

Fotografía: M.R.Giménez (2023)
Fachadas del Palacio de Gaviria, en la actualidad.

En el año 1853, esta cómoda y espléndida morada familiar tenía su entrada principal por la calle del Arenal (al igual que en la actualidad), por donde se accedía a las cocheras y a las caballerizas situadas al fondo. A la derecha resaltaba la escalera principal (que aún se conserva casi intacta). Escalones de mármol, barandilla de bronce dorado, pasamanos de caoba y un magnífico techo con la figura central de Mercurio (alegoría del Comercio), al que acompañan la Agricultura y la Industria.

Las pinturas que revisten la mayor parte de los techos de este palacio fueron obra de Joaquín Espalter y Rull.

Fotografía: M.R.Giménez (2017)
Techo de la escalera principal del Palacio de Gaviria.

En ningún punto del edificio faltaba la claridad, debido a dos grandes patios y a otros de menor extensión. El principal de ellos cubierto de cristales sostenidos por una armadura de hierro.

Un elegantísimo mobiliario, entre el que destacaba la sillería y los marcos de grandes espejos tallados a mano, resaltaba gracias a las ricas sederías que entelaban las paredes de todas las dependencias. Exquisitas colgaduras en puertas y ventanas, mullidas alfombras, relojes, arañas y candelabros guardaban perfecta armonía en todos sus detalles.

Dormitorios, salones de billar y de té, comedor de honor, despacho, tocador de señoras y gabinetes como el denominado gabinete blanco, decorado por entero en blanco y oro con el techo pintado por Antonio Bravo Alonso. La capilla (cuya ornamentación aún se conserva) tiene una cúpula representando pasajes de la vida de la Virgen, está rematada por el símbolo del Espíritu Santo y se situó al fondo de la residencia.

El espacio más singular de este palacio es el salón de baile y recepciones, que mantiene hoy casi inalterada su ornamentación.

Fotografía: Casa Moreno/catalogos.mecd.es (principios s. XX)
Salón de baile con su mobiliario, arañas y espejos hoy desaparecidos.

La figura de Isabel la Católica y los hechos más representativos de su reinado fueron pintados por Joaquín Espalter en el techo de esta pieza. Allí aparecen también retratados: Cristóbal Colón, Boabdil, Juan de la Encina o Antonio de Nebrija, junto a las virtudes teologales y cardinales.

Concebido como núcleo central del palacio, este salón conserva todo su artesonado y los seis grandes espejos de marco tallado que le daban mayor luminosidad, pero de él desapareció el antiguo mobiliario y las impresionantes lámparas de araña que colgaban de su techo.

Fotografía: M.R.Giménez (2017)
Techo del salón de baile del Palacio de Gaviria.

Tras el fallecimiento del marqués de Gaviria heredaría el palacio la duquesa de Castro-Enríquez y con este título pasó a denominarse el edificio de la calle del Arenal. A principios del siglo XX el conde de la Revilla sería su nuevo propietario, llevando a cabo reformas muy importantes, en el año 1918, bajo la dirección del arquitecto Luis Sainz de los Terreros. 

Fuente: palaciodegaviriamadrid.com (principios del s. XX)
Este palacio ya era conocido como Palacio de la Revilla. En su terraza se aprecia el jardín que se realizó con el nuevo proyecto.

El portal y la escalera principal fueron restaurados. A excepción de cuatro de los lujosos salones, el resto del edificio modificó su distribución adaptando la nueva decoración al estilo clásico, aunque modernizado, del palacio. El antiguo patio central se cubrió con una vidriera curva de estilo barroco (hoy desaparecida) y se convirtió el tejado en una terraza con jardín.

Fuente: COAM (1918)
A la derecha, la vidriera que cubría el patio central. A la izquierda, un rincón del jardín en que se convirtió la terraza.

Durante la Guerra Civil Española el palacio sería requisado por la Federación Española de Trabajadores del Crédito y de las Finanzas, para convertirlo en sus oficinas generales.

Tras la contienda, allí se establecería la Comisaría General de Abastecimientos y Transportes.

Varios negocios, establecimientos, el Centro Asturiano de Madrid y numerosas tiendas que vendían los géneros decomisados en las aduanas ocuparon el Palacio de Gaviria, desde entonces, obligando a elevar una planta sobre el edificio en el año 1953.

La historia de este céntrico inmueble continuó con la instalación de una discoteca en sus bellos salones clásicos, que se mantuvo abierta entre los años 1991 y 2010, para convertirse después en una sala de exposiciones.

Desde el año 2020 el Palacio de Gaviria permanece cerrado para el público.

Fuentes:

Archivo Casa Moreno. Catalogos.mecd.es

COAM

hemerotecadigigal.bne.es

palaciodegaviriamadrid.com

prensahistorica.mcu.es

“Las calles de Madrid” Pedro de Répide