MUSEO NACIONAL DEL ROMANTICISMO.

En la calle de San Mateo de Madrid nos espera el Museo Nacional del Romanticismo, instalado en un edificio que fue construido en el último cuarto del siglo XVIII, por el arquitecto Manuel Martín Rodríguez, para el marqués de Matallana.

Junto a Mónica Rodríguez Subirana, conservadora del Departamento de Difusión y Comunicación, Antiguos Cafés de Madrid hace un recorrido por los diversos salones de este espléndido Museo, descubriendo su singularidad. 

  

Vídeo: Museo del Romanticismo.


Inaugurado en el año 1924 por el marqués Benigno de la Vega-Inclán, inicialmente con piezas procedentes de su propia colección, el Museo Nacional del Romanticismo recrea el ambiente de un palacete del siglo XIX y nos enseña como vivía la burguesía de Madrid en ese momento.

Descubriremos aquí magníficas colecciones de joyería sentimental, de abanicos, juguetes infantiles e instrumentos musicales. Conoceremos en qué consiste la ceremonia de las velaciones, la diferencia entre el servicio a la rusa y el servicio a la francesa en el comedor o el interés de los románticos por los avances tecnológicos y por las escenas costumbristas de Madrid.

Obras de los pintores Francisco de Goya, Eugenio Lucas, Federico de Madrazo, Leonardo Alenza, José Gutiérrez de la Vega o Jenaro Pérez Villaamil se exponen en este Museo acompañadas del rico y elegante mobiliario que decora los distintos ambientes recreados.

El Museo del Romanticismo siempre ha reservado un lugar de honor para la figura del escritor y periodista Mariano José de Larra, que se quitó la vida a temprana edad.

Terminaremos visitando el Jardín del Magnolio, configurado tal y como estuvo en el siglo XIX, que se compone de cuatro calles separadas por parterres y una hermosa fuente en su centro. Un placentero lugar situado en el centro de la ciudad.

 

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Comentarios

  1. Lo he visitado varias veces y me gusta muchísimo. Es uno de esos museos cuyo encanto atrapa como el Cerralbo y la Casa de Lope de Vega, mi tríada favorita en Madrid.

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    1. Sí, Conde. Este museo, al igual que los otros que citas, se deja visitar con tranquilidad y sosiego. Es un placer descubrir sus mil detalles.
      Gracias por tu comentario y un saludo.

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